Dicen que la mejor herencia que puedes dar a un hijo, es la educación, pero, pocas veces somos conscientes de qué pasaría si llegáramos a faltar.
Estudiar una carrera no es barato, de hecho, 7 de cada 10 estudiantes abandonan sus estudios por falta de recursos.
Datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señalan que el costo promedio por carrera en una universidad privada en nuestro país, va desde los 125 mil a los 930 mil pesos.
La pregunta es ¿cómo garantizar que cuando tu pequeño tenga la edad para cursar su universidad cuente o cuentes con los recursos económicos para cubrir dichos estudios?
Esta gran preocupación de los papás, tiene un alivio: un seguro educativo.
¿Por qué es importante contemplar uno?
“Es importante en una primera razón, porque puedes ahorrar pagando la universidad a un precio actual y no en un precio futuro, el ahorro económico es fundamental, además que tú puedes proyectar para que lo económico no sea problema en el momento de llegar a la edad universitaria”, señala Luis Rodríguez, Asesor Patrimonial en Protege Asesores.
En esta póliza hay dos factores, por fallecimiento o por supervivencia, y se le pueden agregar otros componentes, como la cobertura de indemnización por invalidez total y permanente, por ejemplo.
De esta manera, la meta del seguro se convierte en tu suma asegurada, por ejemplo si tú tienes una meta de medio millón de pesos, ese medio millón se convierte en dicha suma.
Por supervivencia significa que cuando llegue a la mayoría de edad tu hijo, contarás con la meta de ahorro establecida, y si tú falleces, se le entrega a tus familiares la suma asegurada, pero además se garantiza que el menor va a recibir también la suma de esa meta de ahorro.