¿Te has preguntado cómo cambiaría tu calidad de vida si desde niño hubieras tenido el hábito de ahorrar? ¿Cuántas dificultades por deudas o gastos innecesarios te habrías evitado? ¿Cuánto dinero tendrías ya disponible para alcanzar tus metas?
De acuerdo con la Comisión Nacional de Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef): sólo el 30% de los mexicanos cuenta con educación financiera, poco más del 50% ahorra a través del sistema financiero y sólo el 36.6% de la población lleva un registro de sus gastos, de las cuales el 63.8% lo hace de manera mental, lo que puede ocasionar que dicho registro no sea muy confiable. Estas cifras demuestran la carencia de educación y de planeación financiera.
Old Mutual ofrece útiles consejos para que los pequeños aprendan a ahorrar y conocer el valor del dinero, lo que les brindará mejores oportunidades de tener un uso responsable del mismo conforme vayan creciendo, pues ¡si se entiende de dinero y cómo funciona, se tiene la mitad del futuro ganado!
1. Empezar con finanzas desde pequeños.
Diversos estudios científicos sostienen que un hábito se aprende y se fortalece en los primeros años de vida, por lo que cuanto antes involucremos a los niños en la administración del dinero mejores decisiones en cuanto a su patrimonio tomarán en su vida adulta.
2. ABC. Debes considerar que a cada edad responde a un conjunto de habilidades.
Identifica el nivel de aprendizaje en el que está tu hijo, sus conocimientos sobre el tema (en caso de que ya tenga construido conocimiento sobre el uso del dinero) y los conceptos por orden de prioridad a aprender. Por ejemplo, a la edad de 8 años, es más importante que se entienda la diferencia entre ahorro e inversión, que saber qué es un crédito.
3. Habla en su idioma.
De entrada algunas de las palabras en el mundo financiero pueden resultar complejas o poco amigables, por ello, te recomendamos usar analogías que le faciliten su comprensión, por ejemplo: tu dinero es como tener una plantita frutal, si lo cuidas y lo riegas cada semana va a crecer y crecer hasta convertirse en un árbol con frutas de las que podrás alimentarte.
4. Niños en acción.
No abuses de la teoría y procura identificar metas prácticas, en un inicio deben ser a corto plazo, para que puedan entender conceptos como ahorro y recompensa. Por ejemplo, pídele que piense en algo que desea como un juguete, una mascota o un juego virtual e inicien un plan para llenar una alcancía, cuando lo logre, podrá comprarlo. Si lo hace bien, se recomienda ir más allá y tener cada vez metas más ambiciosas.
5. Aliéntalos a abrir una cuenta de ahorro, y eventualmente, enséñalos a invertir.
Involúcralos en el proceso para que se vayan familiarizando con las organizaciones que ofrecen estos servicios y para que entiendan que es su responsabilidad. De igual forma, Rodrigo Iñiguez, director comercial de agentes independientes de Old Mutual, recomienda iniciar con ejemplos de ahorro y después ingresar al mundo de las inversiones que pueden motivarlo a seguir por ese camino al obtener recompensas (ganancias). Explicar, también, el manejo de las cajas automáticas de los bancos, así como el uso de las tarjetas de crédito puede ayudar mucho a los padres para que entiendan los niños el manejo del dinero con estas instituciones.
6. Animarlos a pensar cada compra o gasto que realicen.
Incluirlos en las compras del súper, donde además de divertido, podrán apreciar el justo valor de cada cosa, desde un litro de leche hasta un aparato electrodoméstico, que sepan diferenciar los precios de las cosas y reconocer cuáles son necesarios y cuáles pueden esperar.
“La realidad es que a muchos de nosotros no nos enseñaron a administrar el dinero y si bien, en recientes regulaciones la “autonomía curricular” del Nuevo Modelo Educativo, donde se otorgan programas complementarios para la formación de sus estudiantes y entre los que se encuentra la educación financiera, aún falta camino por recorrer para que las nuevas generaciones entiendan la importancia que representa una buena cultura financiera” recalcó Iñiguez.
“Pero si hoy un niño comienza a ahorrar mensualmente de forma constante y en pequeñas cantidades, a la larga podría tener, incluso, un fondo para emergencias, o bien, para su retiro”.
Como papás no hay mejor regalo que prepararlo para un panorama cambiante en el que desde ahorita podemos vislumbrar un auge en la competencia, tecnología y ajustes en el mercado laboral, finalizó el experto.