La tarjeta de crédito es una valiosa herramienta para tus finanzas personales. Lo primero a veces se nos olvida durante las vacaciones es que no se trata de un ingreso adicional para ti, sino de un crédito, es decir, recursos que deben ser pagados con interés en un plazo bien definido.
Una tarjeta de crédito es muy diferente a una tarjeta de débito. La tarjeta de débito se encuentra ligada a tu cuenta de ahorro o de nómina en un banco. Cada vez que la usas, el dinero de tu propia cuenta es utilizado para pagar el consumo. Es decir, se retira dinero de tu cuenta para pasarlo a la cuenta de la tienda en la que realizas el consumo. El límite hasta el cual puedes usar la tarjeta de débito está marcado por la cantidad que tienes en la cuenta a la que está ligada. Con ella, tus consumos no generan un adeudo y por lo tanto no implican la asignación de intereses. Visto de otra forma es como pagar con el dinero que tienes disponible en tu cuenta sin usar efectivo.
En cambio, cada vez que usas la tarjeta de crédito, el dinero utilizado para pagar no sale de tu propia cuenta sino que es proporcionado por la empresa que emitió la tarjeta. Es decir, el emisor de la tarjeta cubre este consumo y más tarde tú tienes que pagarle a él. La cantidad de la que puedes disponer en una tarjeta de crédito se conoce como límite de crédito y es acordada con el emisor de la tarjeta al inicio del contrato. Los consumos que realices con una tarjeta de crédito pueden generar un adeudo que implica la asignación de intereses.
Por eso es importante que conozcas con toda claridad tres fechas importantes:
Desde luego, al llegar la fecha límite de pago tienes al menos cuatro opciones:
1.- Pagar sólo lo mínimo. De acuerdo al total de los consumos que hayas realizado en el mes la emisora de la tarjeta hace un cálculo de la cantidad mínima que necesitas cubrir para estar al corriente con el pago.
2.- Pagar más del mínimo. Si cubres una cantidad mayor al pago mínimo, la cantidad sobre la que se generarán intereses será menor. En este caso podrás pagar el adeudo en menor tiempo y la cantidad que pagarás al final será menor que si solo hubieras realizado los pagos mínimos.
3.- Pagar el mínimo para no generar intereses. Si pagas de esta manera quedará un saldo pendiente pero el pago habrá sido suficiente para que no se generen intereses.
4.- Pagar la totalidad. Si pagas la totalidad de los consumos realizados durante el mes con la tarjeta de crédito tampoco tendrás que pagar intereses por ellos.
Recuerda que todas tus decisiones en el manejo y pago de tu tarjeta de crédito se verán reflejadas en tu Reporte de Crédito en Buró de Crédito, por lo que conviene ser siempre un pagador puntual. Si te atrásate en alguno de tus pagos, ponte al corriente lo más pronto posible para que entonces se pueda actualizar tu información y aparezcas nuevamente como alguien que está al corriente en sus pagos.