Cuando se toma una decisión financiera, se activa una parte del cerebro que se llama sistema de recompensa cerebral, la cual analiza las características positivas de esa elección. Dicho sistema de recompensa cerebral, funciona con un neurotransmisor, que no es otra cosa que la dopamina.
Según algunos estudios, las mujeres tienden a una mayor memoria emocional y eso mismo pasa en las decisiones que se tomen al momento de invertir, ante una bajada brusca, las mujeres recordarán mucho más ese tipo de episodios que los hombres.
En el caso de los inversionistas, existe un componente físico que marca su comportamiento financiero, la testosterona. Esa impulsividad, lleva a gastar dinero en caprichos o a invertir en productos de mucho más riesgo. El organismo, por lo tanto, determina la actitud en la toma de decisiones en los hombres.
EL DATO: De acuerdo con la revista Fortune, si hubiera habido más mujeres en Wall Street, se hubiera podido evitar la crisis económica del 2008.
En cuanto a la participación de las mujeres en las finanzas, hay menos de tres o cuatro socias en todos los fondos de capital privado en México, y un 5% o menos en los equipos de inversión y analistas.
En conclusión, las mujeres son más mesuradas a la hora de tomar una decisión en general, y si hablamos de temas financieros, sin duda que son más precavidas y por ende mejores administradoras e inversionistas que los hombres.