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En época de huracanes… ¡sálvese quien pueda!

Claudia Castro | 04/07/2024 | 13:28
Claudia Castro
04/07/2024 | 13:28

Tres de cada 10 mexicanos no están preparados para enfrentar imprevistos. No importa si es alguna emergencia por enfermedad propia o de algún miembro de la familia, fallecimiento, o simplemente que se nos ponchó la llanta.

Vivimos tan al día que cualquier cosa que nos saque de nuestra dinámica cotidiana puede representar un serio golpe a nuestras finanzas.

La reciente Encuesta Nacional de Salud Financiera, elaborada por el INEGI y Condusef reveló que 50% de las personas no llega a final del mes con su salario.

Ahora, cuando hablamos del impacto por fenómenos naturales, el resultado es catastrófico para las finanzas personales.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), México es uno de los 30 países más expuestos a nivel mundial a desastres naturales.

Se estima que 68% de la población ha sido afectada por desastres alguna vez, lo que coincide con los grupos en situación se pobreza y extrema pobreza.

Por un lado, son los riesgos hidrometeorológicos en general, pero también se suman los riesgos sísmicos y los volcánicos.

Un sector sólido, pero una cultura de prevención incipiente

Particularmente para este año se calcula que sea uno de los más activos en cuanto a la llegada de fenómenos hidrometeorológicos, estimados en 35 ciclones entre el Atlántico y el Pacífico, mientras que en el 2023 fueron alrededor de 26.

A horas de que entre el primer huracán de la temporada, Beryl, a costas mexicanas, las aseguradoras han dicho a través de un comunicado testimonial que están listas para atender a quienes resulten afectados por los desastres que este fenómeno pudiera ocasionar.

Y aunque en lo absoluto pongo en duda su capacidad de respuesta e incluso la solidez financiera con la que cuentan para pagar las pólizas por daños que sean reclamadas a partir de este evento, lamentablemente el nivel de aseguramiento en México sigue siendo muy bajo, por lo que los seguros, aunque son un poderoso instrumento en materia de prevención son insuficientes ante circunstancias como éstas.

La penetración del seguro en el país apenas rebasa un 2% como proporción del PIB, menos de 6% de las casas a nivel nacional están aseguradas y menos de 30% del parque vehicular cuenta con algún seguro.

Zonas vulnerables

El Huracán Wilma en el 2005 que azotó a Quintana Roo ha sido el evento más costoso para la industria aseguradora con más de 2 mil 700 millones de dólares, derivado principalmente por el pago de pólizas en la industria hotelera.

Pero la zona turística no es todo lo que conforma a Quintana Roo que tiene 11 municipios y menos en el caso de Yucatán con 106 municipios en total.

El apoyo de las aseguradoras podría ser mayor, tienen gran potencial para hacerlo, pero por desgracia la falta de una cultura del seguro, la comprensión de cómo funciona el producto, aunado a una escasa comercialización de seguros al alcance de esta población hace que su participación, aunque importante, sea muy incipiente.

A esto se suma la extinción del Fondo Nacional de Desastres Naturales en el 2021 que tenía alrededor de 35 mil millones de pesos para el apoyo en situaciones como éstas.

Así que llegamos a una época más de huracanes, haciendo lo que se pueda, pero sin estar financieramente preparados… Por eso ante Beryl y futuros huracanes, ¡sálvese quien pueda!

Claudia Castro
Autor: Claudia Castro

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