Si ya pasaste la barrera del ahorro que es dejar de tener tu dinero “abajo del colchón” y decidiste iniciar una inversión, es importante definir qué tipo de portafolio de inversión quieres para tu patrimonio, pero primero entendamos: ¿Qué es un portafolio de inversión?
En términos prácticos, es un vehículo de inversión que está conformado por varios activos financieros que sirven para hacer crecer tu dinero por medio de la diversificación. Cada inversionista es diferente, por ende, el portafolio también lo es. Revisemos los puntos importantes para poder crearlo:
1. – Objetivo: define qué es importante para ti.
¿Para qué quieres esta inversión? ¿Qué buscas conseguir de ella? Al definir tu objetivo le das forma a tu proyecto personal, puede ser comprar una casa, ir de viaje, estudiar una maestría, hacer tu plan de jubilación, etc.
2.- Perfil: ¿Cuál es tu perfil de inversionista?
Es importante definir este punto, ya que de aquí partimos para seleccionar qué tipo de activos vamos a incluir en tu portafolio de inversión. Existen 5 perfiles: conservador, moderado, patrimonial, integral y profesional.
Por ejemplo: si buscas que tu dinero no pierda valor con el tiempo y te pondrías muy nervioso con variaciones en tu estado de cuenta, puede que seas un cliente conservador, y está bien, lo importante es definirlo para que estés contento y en línea con lo que estás buscando.
Si estás dispuesto a poner una parte de tu patrimonio en instrumentos financieros más volátiles con la intención de generar un rendimiento más atractivo, deberás tener en mente que a mayor volatilidad, mayor rendimiento, lo que podría colocarte en un perfil patrimonial o profesional.
3.- Plazo: ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a dejar tus recursos? Los plazos de cada persona son diferentes, es importante pensar en los recursos que vas a ocupar en el corto plazo (menos de 1 año), que es lo que necesitas para un imprevisto o para tu día a día. Los de mediano plazo (1 a 3 años), que normalmente son los que destinas para un proyecto, comprar una casa, invertir en un negocio; y por último, largo plazo (3 años o más), ahí destinas los recursos que no tienes contemplado usar como lo que explicaba en el primer punto. Por ello es importante definir tu objetivo, y con base en eso, definir los plazos.
4.- Volatilidad
¿Qué tan adverso eres a la volatilidad? Este punto es de los más importantes. Te recomiendo que hagas un análisis muy puntual de cómo te sentirías ante ciertos escenarios, por ejemplo:
¿Qué pasa si un mes tu estado de cuenta sale negativo? O te sentirías más tranquilo si el rendimiento es poco, pero constante.
5.- Especialista:
Así como acudes con un doctor cuando tienes un malestar o con un abogado para algún asunto legal, es importante que un experto en inversiones evalúe tus necesidades financieras y te asesore para el mejor manejo de tus recursos.
Te recomiendo que te acerques a un experto para que te asesore de acuerdo con tus necesidades, ya que en la historia se ha escuchado mucho de instituciones que ofrecen rendimientos atractivos sin tener un respaldo sólido o te ofrecen productos que, por pagar un rendimiento más atractivo pueden llegar a perder el 100% de su valor.
Espero que te sean de utilidad estos consejos, no olvides que la diversificación es un escudo que protegerá tu portafolio de los movimientos del mercado.