La dinámica social actual, los avances tecnológicos y los cambios en el mercado laboral están redefiniendo las opciones para el desarrollo profesional y económico de quienes se integrarán a la fuerza productiva en los próximos 10 o 15 años. En este contexto, la generación Alfa, conformada por quienes nacieron a partir de 2010, enfrentará desafíos sin precedentes.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, en los próximos cinco años, el 43% de las habilidades básicas que buscan los empleadores cambiarán, lo que obligará a esta generación a adaptarse continuamente a nuevas demandas. La inteligencia artificial, el auge del emprendimiento, las compras en línea y la movilidad redefinirán el entorno laboral en el que crecerán.
Además, el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) señala que obtener un título universitario sigue siendo una inversión rentable, con un rendimiento anual del 11%. Sin embargo, para la generación Alfa, la educación superior podría transformarse significativamente, ya que las universidades deberán adaptarse a las expectativas tecnológicas de esta nueva generación.
En este sentido, René Vázquez, director ejecutivo de Distribución de Prudential Seguros México, señaló que las universidades enfrentan el reto de adaptarse a las expectativas tecnológicas que van más allá del uso de tecnología en el aula. “Se espera que la educación superior se transforme en los próximos años con nuevas profesiones y universidades. El reto para los padres es tener herramientas para financiar este cambio”.
Este escenario plantea la necesidad de preparar a las futuras generaciones no solo con una educación de calidad, sino también con un plan financiero sólido que les permita alcanzar sus objetivos profesionales. En México, solo el 7.5% de la población cuenta con un seguro de vida, lo que indica una oportunidad para que las familias consideren estrategias de ahorro y protección que garanticen la educación y el bienestar de sus hijos, incluso en caso de contingencias.