En situaciones donde no se cuenta con seguridad social se recurre a los servicios privados, lo que vulnera la estabilidad de las familias debido a que el gasto de este tipo representa el 49.4% del gasto total en salud, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En este sentido, contar con seguros de salud y de gastos médicos es una inversión necesaria, porque permite prevenir enfermedades, el acceso a atención hospitalaria de calidad, médicos especializados, cobertura de padecimientos y accidentes, así como tranquilidad ante gastos médicos inesperados.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) destaca que este tipo de gastos pueden representar un golpe significativo a tu bolsillo, alcanzando un costo medio nacional de 117 mil 766 pesos aproximadamente.
El seguro de salud brinda apoyo financiero para el monitoreo y prevención de la salud como exámenes de detección oportuna, pago de consultas médicas, exámenes clínicos, laboratorios, orientación médica a distancia, incluso terapias y servicios limitados de ambulancia.
En tanto que el seguro de gastos médicos brinda soporte financiero para la atención médica de un accidente, enfermedad o urgencia médica y opera una vez que se cuenta con el diagnóstico del padecimiento a atender.
Estos últimos, están creados pensando en la población de bajos ingresos o en situación de vulnerabilidad, lo que los hace más accesibles, permitiendo a más personas y sus familias enfrentar gastos médicos imprevistos sin comprometer su estabilidad económica.
En la actualidad, la población mexicana va envejeciendo y adquirir un seguro de salud puede ser la diferencia entre contar con un respaldo o enfrentar sin apoyo complejas situaciones futuras. Sin embargo, ser más jóvenes no exime a nadie de sufrir un padecimiento, por lo que conocer los distintos productos que tenemos para cuidar nuestra salud es una medida preventiva y evitará que nuestra economía se vea afectada por un imprevisto a causa de accidentes o enfermedades.
Actualmente, para las aseguradoras los padecimientos que generan los montos promedio más altos son: cánceres y tumores, complicaciones pediátricas, enfermedades de la sangre, enfermedades inmunológicas y del sistema nervioso.
La AMIS recomienda tomar en cuenta las coberturas, analizar los costos y considerar las necesidades individuales y familiares, así como consultar los distintos productos que ofrecen las aseguradoras para comparar precios y beneficios.