¿Qué esperar para la educación financiera en este 2025?

Claudia Castro | 09/01/2025 | 08:05

Claudia Castro
09/01/2025 | 08:05

¿Tendrán los bancos el mismo interés en conquistar nuevos mercados que en promover la educación financiera? Ante la falta de educación financiera en México es urgente la necesidad de impulsar programas que acompañen el crecimiento del mercado.

El sector financiero en México goza de buena salud financiera. Es uno de los sectores más rentables en el país, con buenas perspectivas hacia adelante dado el perfil demográfico de su población y los retos que aún existen en temas de inclusión financiera.

Pero ¿será esto suficiente para que haya una apuesta igual de agresiva por la educación financiera que como ha sido la colocación de nuevos productos y la llegada de nuevos jugadores, como lo hemos visto en los últimos años?

Particularmente en el sector bancario, todo parece indicar que nuevamente alcanzarán ganancias históricas. 

A octubre pasado, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) reportó que las utilidades de los bancos alcanzaron los 245 mil millones de pesos. Sólo como un dato, el 2023 lo cerraron con más de 276 mil millones de pesos, así que sin duda, se superará este monto. Y claro, han ayudado las tasas, pero también una base de clientes que va en aumento.

Además tenemos nuevos bancos. En 2024 se sumaron a la lista de los 50 bancos del país a  Klar, Platacard, Revolut y los bancos digitales de Banorte con Bineo; Santander con Openbank y Hey Banco de Banregio.

Nu, que opera hasta hoy bajo la figura de Sofipo y Mercado Pago, como Institución de Tecnología Financiera y que esperan obtener su autorización para ser los bancos más importantes, no sólo en México, sino en Latinoamérica.

Grandes seguirán liderando

Para este año a quien veremos liderando los esfuerzos en materia de educación financiera será sin duda a BBVA. ¿Por qué? Porque conoce ese camino desde hace varios años, no sólo integra al concepto a manera de consigna, para que parezca que se hace algo (como lo hacen la mayoría de los bancos), sino que cada vez más los productos buscan promover el bienestar financiero de sus clientes.

Quien también lo ha hecho ha sido Citi y Banamex, desde que era sólo Banamex y cuando se convirtió en Citibanamex. Lo interesante será ver lo prioritario que será la educación financiera en medio de un proceso de reciente separación que demanda dar claridad y certidumbre a sus clientes. Desde mi punto de vista sería muy importante no soltar esta bandera que ha distinguido a Banamex como pionero en estos temas.

Por ahí hay algunos más que han emprendido algunos proyectos en beneficio de clientes a través de programas de educación financiera en línea, blogs y podcast, talleres para estudiantes, entre otros formatos, para promover y difundir el bienestar financiero. En este rubro entran bancos como Santander, BanCoppel, Azteca, HSBC, entre otros.

Más allá de la voluntad

Ante la falta de educación financiera en los mexicanos y el nivel de estrés financiero que quedó en evidencia con la Encuesta de Salud Financiera dada a conocer por la Condusef y el INEGI el año pasado, a nadie le queda duda de lo apremiante que resulta impulsar programas de desarrollo de habilidades financieras para el buen manejo, no sólo del dinero en general, sino de los propios productos que las instituciones buscan colocar.

Para el sector financiero estas iniciativas no tendrían que ser opcionales, sino parte de sus compromisos de Responsabilidad Social.

Pero para empezar, al interior de las instituciones, muchas no tienen claro a qué área corresponde el tema de la educación financiera… ¿Es Comunicación? ¿Es Marketing? ¿Es Recursos Humanos? ¿Es un área aparte?... Y por lo tanto, al no ser prioritario, tampoco se cuenta con presupuesto.

Tal vez se requieran cambios profundos, bancos realmente comprometidos con el bienestar financiero y no sólo con la colocación de productos, clientes que sepan diferenciarlo y lo consideren dentro de sus decisiones financieras, o una legislación que incentive a quienes inviertan en este rubro. De lo contrario seguiremos viendo esfuerzos aislados e incipientes para una materia en la que seguimos rezagados.