Según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, tan solo el 2% de la población destina parte de sus recursos a cuentas de inversión. Por lo que el reto de aumentar la participación de las personas requiere una revisión de las barreras que impiden que cada vez más mexicanos empiecen a invertir.
Un estudio realizado por EY-Parthenon y Grupo Bursátil Mexicano (GBM), destacó que, para cerrar la brecha de participación en las inversiones, es necesario replantear el modelo actual y fortalecer la figura del asesor financiero en línea con las tendencias globales. Para ello, GBM está enfocado en profesionalizar la asesoría financiera, promover la autonomía del asesor y en buscar emprendedores que establezcan una práctica de consultoría.
Modelo híbrido
La tecnología está transformando la forma de interactuar entre el asesor y el inversionista dando lugar a un modelo híbrido. A nivel global, 37% de los inversionistas prefieren la conjugación de herramientas digitales y un asesor, comparado con 35% que prefiere el modelo de asesoría convencional.
El modelo híbrido plantea beneficios tanto para inversionistas como para asesores. Para los inversionistas permite tener un involucramiento activo con su patrimonio, a la vez que cuentan con el respaldo de un experto. De lado del asesor, facilita la comunicación con el inversionista y libera tiempo para enfocarse en actividades de mayor valor.