5 señales de que tus finanzas necesitan atención

Fernando Ávila Bojalil | 11/04/2024 | 09:00

Fernando Ávila Bojalil
11/04/2024 | 09:00

Una buena gestión de tus finanzas es esencial para prevenir el estrés financiero y sus efectos negativos en tu salud física y mental. Ignorar ciertas señales de advertencia cuando se trata de nuestras finanzas puede generar preocupaciones y dificultades en el futuro, así que acompáñanos a descubrir 5 señales de que tus finanzas necesitan atención inmediata.

1. Te sientes presionado por temas de dinero o tienes que pedir prestado para solventar tus gastos del mes. Si experimentas estrés constante relacionado con tus finanzas o si estás contando los días hasta que llegue el pago de tu “quincena” para poder cubrir gastos básicos, entonces es hora de reconocer que tus finanzas están en apuros. Recuerda que este tipo de tensión constante no sólo afecta tu bienestar emocional, sino que también puede tener un impacto significativo en tu salud física y en tus relaciones personales. El primer paso es reconocer que hay un problema y tomar cartas en el asunto para ajustar nuestros hábitos de consumo. 

2. No sabes en qué se te fue el dinero. Otra señal es cuando “no tienes idea” de en qué se te fue el dinero. Si no llevas un control de tus gastos diarios y te sorprendes por quedarte sin dinero es probable que estés siendo víctima de los “gastos hormiga”. Estos pequeños gastos, aparentemente insignificantes, pueden sumar grandes cantidades rápidamente y afectar seriamente tus finanzas. Incluso pueden ser gastos que estabas realizando sin estar consciente, como alguna suscripción o servicio domiciliado que se te había olvidado cancelar. Para que no te pase esto, es esencial que realices un presupuesto con lo que puedas programar tus gastos del mes. Tampoco se te olvide revisar detenidamente tu estado de cuenta para identificar y eliminar gastos innecesarios. Haz una lista de lo que realmente necesitas y ¡controla tus compras por impulso!

3. Sientes que trabajas sólo para pagar tus deudas. Esto puede ser señal de que excediste tu capacidad de pago al momento de solicitar tus créditos. Es decir, que sacaste más crédito del que podías pagar dados tus ingresos y tus gastos necesarios de cada mes (alimentación, renta, etc.). Procura no destinar más del 30 o 35% de tus ingresos al pago de créditos cada mes, así no pides más crédito del que puedes pagar, lo que además tiene efectos negativos en tu historial crediticio en caso de que te retrases en los pagos.

4. Pides un crédito para pagar otro. Ten cuidado si vas a pedir un crédito para pagar otro. Aunque puede parecer una solución temporal, por lo general no es recomendable pues te puede llevar a un ciclo de sobreendeudamiento. ¡Sacar un crédito para pagar otro no va a abordar la raíz del problema financiero! Si sientes que perdiste el control de tus deudas, aquí te damos algunos consejos para poner la mente en frío y hacer algo al respecto.

5. No eres “totalero” en tu tarjeta de crédito. Un error común es considerar el límite de crédito de tu tarjeta como “dinero extra”. El problema de hacerlo es que no limitas tus gastos a lo que realmente podrías pagar con tus ingresos. Recuerda que la tarjeta de crédito es una excelente herramienta para financiar tu consumo hasta por 50 días sin pagar intereses. Por eso es importante que sólo compres con ella lo que podrás pagar cuando llegue tu estado de cuenta. Es decir que seas “totalero” y que cada mes puedas hacer el “pago para no generar intereses”. Si mes con mes te cuesta ser totalero es señal de que estás viviendo o te estás dando gustos por arriba de tus posibilidades y, por consecuencia, tus compras en la tarjeta de crédito comenzarán a generar intereses.

¡Presta atención a estas señales! Al tomar medidas proactivas, como cambiar tus hábitos de consumo y planear tus gastos con un presupuesto, podrás sentirte más relajado y tomar el control de tu dinero. También puedes buscar fuentes adicionales de ingreso para fortalecer tus finanzas, puedes empezar por la venta de artículos que ya no utilices o de algún producto o servicio. ¡Recuerda que nunca es demasiado tarde para empezar a mejorar tus hábitos y tu salud financiera!