El Reporte Nacional de Bienestar Financiero, presentado por Invested, destaca importantes desafíos financieros que enfrentan las mujeres, pero también evidencia cómo el acceso a posiciones de liderazgo contribuye significativamente a cerrar estas brechas.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI), las mujeres tienen una desventaja del 6% en su bienestar financiero en comparación con los hombres. Sin embargo, el reporte señala que cuando acceden a posiciones directivas, esta brecha se reduce a la mitad, llegando a sólo un 3%.
En este sentido, las mujeres en posiciones directivas mejoran su bienestar financiero en 16 puntos porcentuales respecto a otras mujeres empleadas en el sector corporativo, dejando en claro que una de las claves para cerrar la brecha financiera está en el acceso a posiciones de liderazgo y a asesoría financieras de calidad.
El estudio también revela que las mujeres tienen un 17% menos de conocimiento sobre sus ingresos y gastos comparado con los hombres, lo que se puede atribuir a desigualdades estructurales en el acceso a la educación financiera. Aunado a esto, sólo el 27% de las mujeres ahorra más del 5% de sus ingresos para el retiro, un porcentaje inferior al 29% de los hombres, reflejando una serie de desigualdades estructurales y sociales.
Aunque el uso de herramientas de inversión sigue siendo limitado para ambos sexos, las mujeres se ven particularmente afectadas: sólo el 2% utiliza un portafolio de inversión diversificado, en comparación con el 3.4% de los hombres.
A pesar de que la ENSAFI señala que la principal meta financiera para el 20.4% de las mujeres es comprar una casa o terminar de pagarla. Según el Reporte Nacional de Bienestar Financiero, este porcentaje se triplica cuando las mujeres forman parte de una empresa donde reciben apoyo y las herramientas adecuadas para lograr sus objetivos financieros, lo que refuerza la importancia de generar estructuras corporativas que fomenten el desarrollo financiero de las mujeres.