El ahorro es el porcentaje de los ingresos que una persona no gasta con el propósito de contar con recursos económicos, invertirlo, o reservarlo para una circunstancia inesperada.
Antes de fijar tus metas de ahorro a corto, mediano y largo plazo, es necesario que tengas claridad de cada uno de tus ingresos y egresos mediante un presupuesto. Esto te ayudará a enfocarte en lo que realmente quieres y pensar con detenimiento cada gasto que realizas.
A corto plazo
Para ahorrar a corto plazo debes considerar la seguridad de tu dinero, pues lo planeas usar pronto; un imprevisto podría afectar seriamente el logro de tu meta de ahorro.
Los objetivos a corto plazo significan un periodo de tiempo igual o menor a un año donde puedes planificar la compra de un carro o unas vacaciones.
A mediano plazo
Ponte como meta un periodo entre uno y cinco años, teniendo claro que no puedes y no planeas usar ese dinero durante ese tiempo. Este plazo requiere una mayor planificación, generalmente se trata de que tu objetivo es para algo relevante como emprender un negocio, comprar una casa o departamento.
A largo plazo
Es para un objetivo de más de cinco años, este por lo general se considera un ahorro para tu retiro o el pago de la universidad de tus hijos. Este plazo te exigirá una planeación muy detallada y constante, para este tipo de ahorros es vital asesorarse pues en tanto tiempo es normal que cambien muchas cosas.
¿Qué tipo de ahorro te conviene más? Esto dependerá de ti, de tus objetivos y tus posibilidades de ahorro. Lo que sí aplica en cualquier caso es contar con asesoría profesional.